Thomas Kinkade nació en Sacramento (California) en 1958. Se graduó en la universidad de California, Berkeley, y posteriormente en el Art center college of Desing en Pasadena. Se casó en 1982 y tuvo cuatro hijas, a todas las puso nombres de artistas famosos. Murió en 2012 a la edad de 54 años.
En junio de 1980, Kinkade pasó el verano viajando a través de Estados unidos con su amigo de universidad de arte James Gurney. Terminaron su viaje en New York y allí obtuvieron un contrato con la editorial Guptill Publications para producir un álbum de esbozos, el cual fue todo un éxito y se convirtió en un best seller en menos de un año. El éxito del libro llegó a oídos del estudio de Ralph Bakshi (Cool World, Wizards), y les encargó la creación de los escenarios de su futura pelicula de animación “Fire and Ice”. Mientras trabajaban en la pelicula, Kinkade comenzó a explorar como plasmar la luz en sus dibujos y se interesó por los mundos imaginarios. Después de la película, Kinkade se ganó la vida como pintor vendiendo sus obras originales a las galerías de arte de California.
Una de las características más importantes de la obra de Kinkade son sus brillantes y saturados colores pastel de sus paisajes. Escenas típicas de paisajes americanos, altamente realistas, en los que destacan bucólicos jardines, arroyos, cabañas de piedra, faros, calles principales llenas de gente, etc. Su ciudad natal inspiró a Kinkade multitud de escenas de calles y nieve. También le gustaba representar diversos temas cristianos, incluyendo iglesias y cruces.
Los críticos de arte a menudo menosprecian la obra de Kinkade acusándolo de ser solo un artista meramente comercial, sin alma en sus trabajos. Las críticas se incrementaron a medida que el artista comenzó a comercializar su obra, por ejemplo, vendiendo sus pinturas en forma de posters en tiendas normales o por internet. En una entrevista que concedió en el 2001, Kinkade proclamó: “Realmente soy el artista más controvertido del mundo”.
Kinkade afirmo en su momento que estaba poniendo más énfasis en el valor de los placeres simples y que su intención era comunicar un mensaje de inspiración y sencillez a través de sus obras. Se autoproclamaba cristiano devoto, y afirmó que su inspiración venía en gran parte de sus creencias religiosas. Su objetivo como artista, según el propio Kinkade, era llegar a la gente a través de sus creencias, para llevarles la paz y la alegría a sus vidas. Muchas de sus obras contienen escenas específicas y alusiones a pasajes de la biblia.
“La pasión que tengo es capturar memorias que evoquen la conexión emocional con las experiencias que hayamos vivido”.
“La pasión que tengo es capturar memorias que evoquen la conexión emocional con las experiencias que hayamos vivido”.
Kinkade apoyó a numerosas organizaciones sin ánimo de lucro centradas en ayudar sobre todo a los niños, y a los artistas. En el 2002 se asoció con el Ejército de salvación para crear dos obras o impresiones para recaudar fondos. Esos fondos fueron donados al Ejército de salvación para ayudar a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre y a sus familias.
En el 2005 la fundación Points of light, una organización sin ánimo de lucro dedicada a ayudar a gente con graves problemas de integración social, nombró a Kinkade embajador de la luz. Durante ese tiempo, visitó numerosas ciudades de Estados unidos para recaudar dinero para la fundación y la red nacional de voluntariado, que posee más de 360 puntos distribuidos por todo el país.
En el 2005 la fundación Points of light, una organización sin ánimo de lucro dedicada a ayudar a gente con graves problemas de integración social, nombró a Kinkade embajador de la luz. Durante ese tiempo, visitó numerosas ciudades de Estados unidos para recaudar dinero para la fundación y la red nacional de voluntariado, que posee más de 360 puntos distribuidos por todo el país.
Por todo esto, no es de extrañar que Thomas Kinkade fuera uno de los pintores más querido por los americanos. Sus obras son muy apreciadas por la clase media en Estados Unidos. Su precio ronda entre los 100 y los 10 mil dólares.
Se calcula que sus pinturas y productos derivados de ellas adornan los hogares de cerca de 10 millones de viviendas solo en Estados Unidos, además de centros comerciales y edificios de todo tipo.
“Con el talento y los recursos con que cuento, trato de traer luz para penetrar la oscuridad que muchas personas sienten” Thomas Kinkade.
A continuación, una muestra de su prolifica obra:
Se calcula que sus pinturas y productos derivados de ellas adornan los hogares de cerca de 10 millones de viviendas solo en Estados Unidos, además de centros comerciales y edificios de todo tipo.
“Con el talento y los recursos con que cuento, trato de traer luz para penetrar la oscuridad que muchas personas sienten” Thomas Kinkade.
A continuación, una muestra de su prolifica obra: